Qué cosas tiene el inglés, que el azul es el cielo, algo triste una canción y los polis. Si al azul le añades Navidad, se arreglan todas las torpezas y se le arrancan a uno las piernas al bailoteo y la jarana.
Feliz Navidad, música, bailoteo y jarana. Azul y de colorines
Como en el otro lado he traido a colación a Fernando Alfaro y la gasolinera, pues le pongo cuatro letras y una canción.
Ni es la mejor canción ni el mejor video, a fe mía, pero da un poco el tono de Chucho, el grupo que montó Alfaro después de los Surfin' bichos, un supergrupo de enrevesadas resurrecciones. Lo mejor de los Surfin' bichos es que eran muy buenos y se llevaban bien. Supieron administrar sus egos efervescentes y, hasta que pudieron, anduvieron juntos. Luego, cada cual a su aire pero colaborando y hasta reuniéndose. De sus cenizas salió Chucho y Mercromina, dos dignos sucesores-ramas de la gran banda-tronco. Esto fue por los noventa, principiando en Albacete. O eres muy bueno o ya me contarás. Y los Surfin' bichos eeran eso, de Albacete. Y muy buenos. Alfaro componía mucho y escribía un montón. A los protogrunjes de entonces les dejó medio tarumbas y alelados que los Surfin' bichos sacudiesen unas castañas eléctricas de cuidado, una cosa melódica muy lograda y que citasen a Lázaro, al Buen Pastor y cosas así en sus letras. Claro, no entenderían la mitad y de la otra, pues tampoco. Lo cual que les llamaron grupo de culto y eso es muy bueno y muy malo a la vez.
Este es el libro. y prologado por el gran Ordovás, otro damnificado de las miserias de la Radio 3 y la RTVE basura de ahora.
Hay un libro muy bueno que cuenta la historia dsel grupo y cómo lo dejaron, como mutaron en esas dos ramas. luego Chucho también lo dejó. y Mercromina. Y se reunieron y volvieron a dejarlo. Y siguen siendo fantásticos. Y lo de la gasolinera. De Albacete al Diario Pop y al teloneo apócrifo de Nirvana. Peor de auqello no vivían, claro. Alfaro cuenta que anduvo trabajando en una gaslinera la tira de tiempo,e n mitad de ninguna parte. Y tenía una carpeta de anillas y escribía canciones, entre repostaje y repostaje, octanos de fuel y versos extraños. Y de auqello le salieron no pocas canciones. Son raras, raras, muy raras. Ya lo habéis visto: un tío que cita a Tolstoi en una canción es uno de los raros. Así que mola.
De la lista musical de los que ya nunca veremos, entre Led Zeppelin y Sinatra, Syd Barrett y Carlos Gardel, Caruso, ah, Caruso y los Clash, destaco aquí al más grande. Con decir que él fue capaz de arrebatar a María Dolores Pradera creo que es suficiente.
Pero añadiré algo que le oí decir a alguien: le mató su gran corazón. Y yo no se qué tal tío sería, pero si era como cantaba, ese alguien tenía razón.
Con todos ustedes, tachán tachán, foco de luz en la pista central, un aplauso: Carlos Cano y la bienpagá.
Las mal llamadas bandas de "tributo" aparecieron en Australia en los años setenta. Como las giras musicales costaban -y cuestan- un dineral, lo habitual es que los grupos tocasen en Europa y en los Estados Unidos. Sólo los más demandados se aventuraban por el Japón y por algún que otro sitio, como la lejana Oceanía. Así que los australianos, mayormente, ávidos de la cosa musical, se inventaron lo de la cuadrilla de tíos que repetía el repertorio, del modo más fiel posible, de la banda original. En inglés tribute, un falso amigo que al pasar al castellano nos remite más bien a los impuestos y a las cosas de Hacienda, el amigo más falso, sin lugar a dudas. Grupos de homenaje sería mucho más adecuado, pero en fin. La cosa es que como los setenteros ya se prodigan cada vez menos o, directamente, planean sus giras en el Más Allá, las bandas de homenaje están empezando a recuperarse para solaz y recreo de los carcamales que seguimos escuchando con frescura la música que se componía antes de que naciésemos o cuando echábamos los primeros dientes. Hay un grupo que se llama The Australian Pink Floyd Show, de extraordinaria calidad pero que roza lo circense, porque de tanto imitar, para mi, caen en lo paródico. Es como uno que clona a Queen, pero que lleva a un fulano que se parece tanto a Freddie Mercury, que a mi me da mucho miedo, lo de los zombis y tal. En Madrid hay una banda de tíos, los Pink Tones, que bordan el repertorio floydiano. Son ortodoxos, pero no imitadores. Es decir, tocan como los Floyd, pero sin renunciar a su estilo. Eso se les nota sobre todo en las voces, que no se les parecen ni de lejos, y en si inglés, un poco de Lavapies, pero sin vergüenza, o sea, muy bien.
Qué cosas, yo que nunca he fumado siempre he sentido algo fantástico en el aroma de esta canción.
Yo les vi hace unos años y aluciné. Y si Dios quiere, es inminente que vuelva a verles. Y volveré a escucharles y a alucinar. Son lo más parecido a los Floyd que tenemos a mano. Y si no, a verlo.
Más cosas aquí, aquí y aquí. Lo dicho, que son imperdibles.
Que si, que si, que parece que en lugar de micro, lleve una maraca. Las maracas son como los pantalones, de dos en dos, que lo otro sería tontería. Dos pantalones 30 euros, o lo que sea la oferta, o sea, cuatro patas o dos, y así echas la tarde con el acertijo.
Los Stone Roses vuelven, aunque yo creo que nunca se fueron, al menos para el aficionado, porque lo normal es volver siempre. Después de su flamante debut, su flamante segundo disco -por mucho que la crítica lo despellejase mayormente- y luego las cenizas del olvido. Pero entre las cenizas quedaron sus brasas.
Me llevo un alegrón al enterarme de que volverán, al menos para una gira. Pues bien, oye. Y por si alguien no ha oído, que escuche:
Y por si a alguien le apetece más, que le de a este linc y podrá escuchar el sugerente Cara B de EsRadio que le dedicaron a este grupo. Y de ahí a los discos, y después, nos vemos en algún concierto.
No se si será el acontecimento musical de la década, proque para eso ya están las pedorras tipo Beyoncé y tal. La cuestión es que para un floydiano de pro -que le sigue debiendo a Macías lo suyo- la reedición de tres de los grandes discos (¿los mejores? eso es otro cantar) de Pink Floyd con abundante material inédito o expirata es una noticia de oro. Pero para muestra un botón. Lo Pink Floyd aliens nos invaden.
Ay Metallica, lo que me gusta a mi Metallica. Y lo que me relaja, que la gente no me cree que me he echado mis buenas siestas con Metallica y Megadeth de fondo. Cosas que tiene uno. Oigo un comentario malvado y muy poco original a propósito de un disco que andan componiendo Metallica y Lou Reed. El abuelete de la Velvet -la Velvet me tuesta, qué le vamos a hacer- rodeado de los metalicorros es toda una imagen. Por ejemplo:
Ya han publicado un anticipo. Se trata de una especie de recreaciones poéticas basada en un texto de un expresionista alemán. Por lo que suena, parece que Lou Reed recita -porque cantar, en fin, ya sabemos como son los cantautores guapos de su generación- mientras Metallica le sacude los vatios. A mi me suena muy bien. Verbigracia.
Total, que esto es lo que hay. A la vejez, viruelas, que entre Mick Jagger del otro día, las momias de hoy, los Floyds que se reeditan la semana que viene y Peter Gabriel que publica en octubre, estamos de fiesta en el geriátrico del rock. Y lo bien que me lo paso.
Va de dos canciones y dos estilos, el tiempo y hasta el espacio.
Comenzamos por el primero.
Un tipo que es capaz de arrearse a sus, no se, ochenta añazos, esos calcetines de estrellas merece que nos quitemos la boina de inmediato y le rindamos los honores pertinentes. John Lee Hooker no cantaba, lamentaba las canciones y hacía del tórrido blues algo seis pueblos más allá. Y Santana, que más que un tío es un sonido, las guitarras de Santana suenan sólo como Santana, dándole la vez. Bueno, bueno.
Luego está esto. Se trata de un supergrupo de esos que a veces hacen los roqueros. Esto suele ser porque o van muy mal de pasta o porque van muy bien. Si es que van mal, lo hacen para lo de la hipoteca y los libros de los churumbeles. Si les sobra, lo hacen para divertirse. Como los Rolling, más o menos.
Bueno, que con ese cartelón de figuranta que hasta la niña que canta está que quita el hipo, que el abuelo se nos arre un milrayas fucsia es de tenerlos muy bien puestos. Yo creo que nunca había estado más como el feo de los Calatrava. Perdón, el feo no, el más feo aún. Pero oye, s eles ve una cara de pasarlo tan rematadamente bien que le dan gana a uno hasta de tatuarse los muslos. Ay, la pasión musical.
Como cuando vienen las visitas, uno se esmera un poco y le pega un baldeo a la casa, repasa los rincones y tal, le pongo a la Sala Noble hoy un par de músicas que seguro le agradarán a nuestro querido Benedicto XVI.
Además de Papa, sabio, fantástico maestro y buena gente, resulta que es un melómano de tomo y lomo. La gente se tomó a chusco lo del ipod ese que le regalaron los pelotas de Apple. Un listillo dirá que si uno es un apasionado, vinilo y tal, fuera botonicos. Yo me imagino al Papa aprovechando algún ratillo suelto para escuchar mçusica, sin molestar y concentrado. Según cuentan una de sus aficiones es tocar el piano y que encima debe de ser bastante bueno.
Lo cual que ha sido fácil.
He encontrado el coro de Bach de la Cantata 84 interpretado por una tropa, segun la letra adaptada al castellano por Taulé. El pater en la parroquia nos la coloca una vez al mes y a mi me parece emocionante. La Salve más, vale, pero esta, tiene tela. El pater es muy cantarín y eso se agradece, lo de rezar dos veces y tal. Yo sería muy de gospel, peor no por la fanfarria, que también, sino porque eleva hasta al que tiene una oreja enfrente de otra.
Y como estamos que echamos la casa por la ventana, pues otra más. Esta vez es una pasiçón personal y española. Aunque la canten unos británicos. Yo es que escribo el:nombre y ya tengo la piel de gallina: Tomás Luis de Victoria. Este es un trocito del O Magnum Misterium interpretado por The Sixteen, que son más buenos que un pan. Caja Madrid está haciendo una encomiable labor de patrocinio para la regrabación del legado de Tomas Luis de Victoria que no tiene desperdicio. Lo interpreta mucho y muy bien estos, The Sixteen, y por aquí un conjunto que tampoco tiene desperdicio, Al Ayre Español. Pues nada, que para todos los visitantes y presentes, un par de piezas con aromas cuasi vaticanos.
Hace la tira y media, los dinosaurios no es que caminasen, es que tenían apartamentos en Torrevieja, Alicante, cuando en la tele echaban un programa que se llamaba Si yo fuera presidente. Lo dirigía Tola. Cuando a un tío se le conoce por el apellido o por un trozo, es que es muy importante. Tola era Tola y todo el mundo lo sabía. Luego se murió en plan prematuro y hoy ya nadie sabe quién era ese tío. Lo de siempre, en fin. En su programa había entrevistas ácidas, comentarios mordaces, puñaladitas en la riñonada, música rara y estaba Carmen Maura de jovencita y con peinados de ondas imposibles. Luego estaba la Edad de Oro y todo aquello. en fin. Por allí deambulaba Patxinguer Z y su santa, que era de mucho reír, Sabina de cuando reaterrizaba por aquí, pero ya se sabe cómo se olvida el comienzo cuando pillas poltrona y un espectacularmente raro Albero Pérez.
Después me aficioné a su estupendísimo programa en Radio · llamado Corazón loco. Alberto Pérez nos traía el eco de la música del otro lado del mar. El cénit de cada edición era una canción de Machín y otra de Gardel, seguiditas, increíbles. Luego él hacía la sección de discos dedicados, y tocaba en directo, con su guitarra Ansiedad o la que le pidiesen. Esto era los domingos por la tarde, y todo terminaba con el son de la nostalgia y de las orquestas, de los correos en los mares del sur y Xavier Cugat dirigiendo un mambo.
Qué mejor que un pasodoble para un mes taurino, primaveral y nostálgico. Alberto Pérez y sus coreografías imposibles, hace falta valor ha-ce-fal-tavalor para vestir semejante traje blanco y tan poco edificante pajaritas, que, no se por qué, me terminan recordando a Battiato.
En la tele, el de verde. Lo normal en San Fermín, que el de verde salga en la tele. Pero es que hoy, día de San Fermín, le han entrevistado tras el encierro. Ha contado que ya es corredor mayor de edad, dieciocho años, y que tiene tres o cuatro camisetas. Yo siempre le veo muy pulcro. Viva el de verde.
Gari era un tío con boina, flaco, rubio y radikal, ojos claros, un poco con cara de navajero guapo, como si dijéramos, como de esperar a Teresa en la tapia del frontón. Estaba en una cosa de la música, cantaba y tal. En lugar de ser un grupo de pop, le daban a las guitarras y al acordeón, a los Clash y a los muelles y los puertos, la grasa y el metal, que también es muy musical, como las rimas sabidas y consentidas.
Esa es la forma como el punk fue tomando cuerpo, por lo festivo o por lo reivindicativo, a lo burro. Pero hubo unos pocos que le añadieron lo dicho, esto es, lo musical, pero en buen plan. Y Hertzainak, que estos son los que eran, además de tíos con boina y con actitud, que es como pose y chulería, fueron muy buenos músicos, muy buenos compositores y vibrantes en directo. Con los años, chaparon el garito, que es como decir que lo dejaron, para meterse en otras cosas, lo normal. Gari trató de reciclarse en tanguista chulángano, en plan Gardel con K de bronca, pero aquello le salió a medias, porque los de la órbita Kortatu le comieron todo el terreno me parece a mi. El negociado no era el mismo, pero la peña no está para sutilezas. El tío siguió dándole al asunto y ahí sigue. Y después de esos altibajos, anda en altos ahora, ilustre desconocido. La calidad, ya se sabe, siempre discreta.
Anda la cosa revuelta entre lo de los pulgosos acampados y lo del lío de los zombiealistas de Ferraz, Mariano viendo el Tur, los otros metiendo en las capuchas la pasta que van a depredar y los cinco millones viendo el furbo. Lo cual que que me entero de una cosa muy chula de la Lola de España. Buceo un poco y resulta que era lo del pendiende, que te despistas un poco y Hacienda te roba hasta las orejas, que para dar de comer a tanto ladrón, hay que robar a manos llenas, jolines.
(Se llama PArtido por la mitad, pero el zarpas que puso el video se debió de liar por la parte poeticocursi, ay)
Me parece a mi que, de todas las pianistadas de por aquí, la primera que repite es Lola, oye. Normal, la más grande, a ver si no. Mira, al final van a hacer bueno al yutup.
Como en el otro lado he puesto una cosa sobre los conciertos de Waters, traigo aquí la prueba gráfica y sonora. La primera muy bien. Pero que muy bien.
La segunda, pues... en fin, caprichitos de los abueletes cebolletas, pero a ver quién les dice a estas alturas que no.
La tercera son los Pink Tones. Una banda de madrileños fans de los Floyd que los reinterpretan como los ángeles. Quien tenga oportunidad, que no se los pierda, porque va a disfrutar como un enano. Aquí va una pieza de su directo en el Joy Eslava, que han colgado por ahí para que sus admiradores nos lo bajemos por la patilla. Y merece la pena, os lo aseguro.
PD: Yo al guitarra le veo un aire al general Marco, de Hispania, ¿a que si?, pero sin la tontiloca de la patricia, que hay para darle tortas hasta que se le duerman a uno las muñecas.
Bueno, están ahora con la matraca de la victoria y todo eso, pero lo que mola, la épica está siempre en la derrota, dónde va a parar.
Sea como sea, cuando lo máximo que puede aportar al mundo de las ideas es güacagüaca, cualquier otra aportación es bien recibida. Y van y echan en la radio esto que pego abajo. La cuestión es esa, los por qués, la chispa que hace arder la hoguera del conocimiento, un homo cafre que un día se pregunta por las uvas de la parra, por las cebolletas bajo tierra o por los jabalises que se zampa. Un tarugo de esos que le da por estrujarse el cuartillo de neurona y zas, comienza a ser lo que somos.
Porque sin por qué, qué mas dá lo demás.
Y porque además, al soso soseras de Guardiola no le veo yo en estas chuflas, que es un rancio de tomo y lomo.
Cuenta Battiato sobre la especie de arrebato que le dio cuando actuó en la sala Pablo VI frente al Papa Juan Pablo II y el público que la abarrotaba. Explica que a él lo que le arrebata no es la autoridad temporal o espiritual de los personajes frente a los que actúa o el público que tiene frente a él sino la sensación y la experiencia, la emoción que transmite cada persona. Y aclara que lo que le conmovió en aquel momento fue un verso escrito por él mismo de la canción "Y te vengo a buscar", una canció que él mismo define como de amor, pero que mira a lo alto. El verso en cuestión es el que se refire a "ser una imagen divina de esta realidad" y está alrededor del minuto 2:45 de lo de abajo.
Al Papa se le ve un tanto ausente, la verdad, y al cardenal de al lado, directamente tostado, pero yo puedo entenderlo. Battiato o te fascina o te torra ampliamente. Pero si uno atiende a sus letras (suyas o interpretadas) entiende eso de la elevación desde lo cotidiano. La vocación, la pasión espiritual de Battiato define su vida y su obra, porque su vida es su obra. De la simple meditación al sufismo o a la tradición católica, Battiato toma muchos elementos y los mete en su música, que se convierte en su camino espiritual, en su viaje de santificación en forma de banda sonora. Ya sea en su Misa Arcaica, en la ópera Gilgamesh, en muchas de sus canciones o en sus fascinantes conciertos. Lo de santificarse por el trabajo, vaya. Como él mismo canta en I'm that Ni soy musulmán ni hinduista, ni cristiano ni budista, No estoy por el martillo ni por la hoz, ni mucho menos por la llama tricolor porque soy un músico. Aunque no fuese su actuación preferida, creo que acertó Juan Pablo II al incluirle en ese concierto.
Estaba escuchando de fondo a Stephen Stills, que es uno de cuando Crosby, Stills y Nash y luego Young, pero ese es un tema que yo he tocado más bien poco. David Gilmour los rescató para echarle una mano con los coros en su disco aquel de hace tan poco, pero que ya es tanto. Luego les invitó, a Stills, a Nash y a Crosby a hacer coros en varios conciertos de la gira que no le trajo por España, ay.
Hoy, en la parroquia se leía y se cantaba ese salmo tan oído, peor tan poco escuchado del rebaño por la cañada tenebrosa: Como hay Pastor, no hemos de temer nada. Para el Animals, los Floyd usaban una versión de ese salmo, pero al final la descartaron, me parece. Se oye a Mason muy distorsionado. Qué gran disco. Que hermosísimo salmo.
Se le ve regular, pero no encuentro nada mejor. De todos modos, se ve, y es muy bueno.
Y Stills, muy bien también. Lo que une las cosas es que escucho al Stills tocando en el Sheperd's Bush de Londres, que ha de ser un sitio chulísimo. Y quien no se lo crea, que escuche.
Liz no fue tan fatal como Lauren, cuando fumaba entre detectives de mala vida. Liz no hizo temblar como Ava a los barones deaquél Mónaco de cuchufleta o a aquellos pamploneses de boinas azules. Liz no se contoneó como Marylin demostrando que la ley de la gravedad no es tan grave como la pintan. Liz no tenía un apartamento de lágrimas y de desolaciçon a lo garçon.
Pero, ay los ojos de Liz. Y es que esos ojos sólo dejan impasibles a un muerto, pero muy muerto.
Es lo primero que he pillado. Los dos guapos más guapos en una peli que yo no se cómo no derrretía los tubos catódicos, aquella antigualla, no se si me explico.
Esto era que uno se pone a indagar y hay poco. Pero es que así está la cosa discográfica, que ya que hay concierto, pon una mesa, un chiringuito y véndenos allí hasta pegatinas, tió, ay, qué pocas ganas. Este es el Capullo de Jerez en el programa del Loco de la Colina, que ahora se llama de otra forma creo, y que hace entrevistas de esas que o andas atento o te traspones, qué plomo el tío.
Oigo por ahí que el Capullo estuvo en un Espárrago Rock. Antes de Morente y LAgartija Nick, o Los Planetas o algunos de los pijoindis, que de todo hay entre las pulgas. Que salió el tío y empezó a pegar voces. Y yo me imagino la cara de los escoceses tajados, las jipis ombligueras, los de Suede y los de Pavement, los guays de los MondoSonoros de cada evento, y el cantando esas cosas que canta, que se tenían que quedar a cuadros. Olé mis punquis, dicen que decía, y los otros, que terminaron llamándole el yimijendris del flamenco.
A ver cuántos yimijendrises se atreven a darle al café con leche de la madrugada u sacarse unos cantitos tan chuilos como estos.
Tanta tecnología, tanta tecnología y al final los apañamos con la primera traperada que nos ponen por delante. O sea, que los brasas de la efnac te intentan vender unas teles modernas y flaquitas con elecedés o bombillicas, que cuestan una pasada de eurazos y con gafas. Tresdé. Oiga, que yo las gafas las llevo de serie, que soy miopón. Deje, deje, no sea antiguo, bueno, te lo dicen de tú, que son pulgosos y modernos, que con esta supertele le verá en tresdé los juanetes a Iniesta o algún tipejo de esos y las chichas a Beyoncé o alguna macizorra de esas.
Ya, pero me digo yo, ¿y tanta pijada para luego reirnos las tripas con el yutup. El yutup es una castaña, pero para esta sala noble va de perlas, o sea. En el otro lado le doy a Los Delinqüentes. Y para ilustrar pego esto.
Como veréis si le dáis al asunto,el tío del móvil es, más que tresdé, temblorosón. Y oye, tragamos y sin gafas. De las otras, que yo, a estas alturas, sin lupas, aún me comería más letras.
Interpretan Kick off, de Violent Femmes, que es un pedazo de canción de cuando éramos punquis pero con desodorante. Ay, qúe canción y qué historias. La última, un tío en gayumbos, en Bolonia, que meneaba las lorzas al son de su trepidancia (ay, no se, mola el palabro) con vistas a los turistilals que por allí le sacudíamos a la cerveza fresquita. Ay forza Italia, Violent Femmes y Los Delinqüentes. Y Tomasito y el Capullo de Jerez y Remedios Amaya y Bob Dylan. Y la cerveza. Peroni, prego.