domingo, 30 de mayo de 2010

La revuelta de las aguas

Bueno, a saber cómo quedará la cosa, pero para ir abriendo boca, un año casi por delante, vamos degustando lo mejor de lo que podremos saborear en la próxima gira de Roger Waters. Descubrir esta canción, primero en los piratas de los directos de los ochenta y al final en los editados de esa gira, tuvo su punto de inflexión en esa magnífica pieza, de lo mejor de aquel concierto bluff y oportunista de Berlín.



La canción es Empty Spaces, pero a partir del miuto 2.34 o por ahí se alarga con What shall we do now, un añadido musical extraordinario y una letra que concluye toda esa trama del disco de forma brillante. Los que la conocéis, ya sabéis, los que no, a bajar la peli.
Después de aquello, Bryan Adams dejaba de ser el alter ego en qualité de Bruce Springsteen y terminó baladeando en mermelada y de la voz de Waters nunca más se supo. Los ladrilos eran de cartón piedra, pero todo parecía tan bonito.
Viva Berlín, también.

lunes, 24 de mayo de 2010

Ainda

Hace unos días me acuerdo de esta canción y me pongo a buscar el disco. Vaya, no aparece. Sigo buscando y, cosas de la perseverancia, al final está por ahí.

Wenders, el del Cielo sobre Berlín, escribió una película fascinante sobre la ciudad, sobre el cine y la luz de sus imágenes, sobre un anciano Oliveira -que sigue dando el callo a sus cien-, sobre invenciones y lunáticos, sobre Teresa y Madredeus, sobre el Tajo y los miradores.



Son un poco muermos. Bueno, según, digo yo. Según, te pueden llegar a crujir, eso es cierto, pero si te dejas atrapar por las rivirivueltas de los tranvías, terminan atravesándote, como los muros donde escucha el cineasta encantado.


La peli, por si hay algún despistado, Lisboa Story, de Wenders. Los lincs siguen gustándome. Por eso insisto.