sábado, 10 de octubre de 2009

Monumento

Es una lata el trabajar, por las mañanas te tienes que levantar...
Si esto fuese un sitio sensato, en cada plaza de cada pueblo habría una estatua dedicada a Luis Aguilé, en lugar de un letrero de la engañifa del Plan E de la panda de mangantes. También bailríamos todos alrededor La Chatunga, le pondríamos corbatas naranjs, amarillas y fucsias y el premio al mejor bailarín sería un Tiocalambres de plata.



Esto, que podría sonar a los memos estos que recuperan a viejas glorias para burlarse de ellas es, justamente lo contrario: reivindicar a un gran cantante, enorme compositor y tipo simpático que nos ha alegrado tanta verbena y tanto bodorrio.
Viva Luis Aguile, y que reciba el justo premio a tantos buenos ratitos que nos ha hecho pasar en este valle de lágrimas.