Porque eso si, el nuevo disco de Pink Floyd tiene unos títulos que no hay por dónde cogerlos. Aunque, siendo instrumentales, qué más dará. Eso, a ningún crítico de esos tan estupendos y tan tonos no se les ha ocurrido usarlo para despanzurrarlos. Ánimo, cretinos, vosotros pasaréis. El río seguirá.
A disfrutar de los Floyd en el estudio.
martes, 11 de noviembre de 2014
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