martes, 16 de agosto de 2011

Aromas vaticanos

Como cuando vienen las visitas, uno se esmera un poco y le pega un baldeo a la casa, repasa los rincones y tal, le pongo a la Sala Noble hoy un par de músicas que seguro le agradarán a nuestro querido Benedicto XVI.
Además de Papa, sabio, fantástico maestro y buena gente, resulta que es un melómano de tomo y lomo. La gente se tomó a chusco lo del ipod ese que le regalaron los pelotas de Apple. Un listillo dirá que si uno es un apasionado, vinilo y tal, fuera botonicos. Yo me imagino al Papa aprovechando algún ratillo suelto para escuchar mçusica, sin molestar y concentrado. Según cuentan una de sus aficiones es tocar el piano y que encima debe de ser bastante bueno.

Lo cual que ha sido fácil.

He encontrado el coro de Bach de la Cantata 84 interpretado por una tropa, segun la letra adaptada al castellano por Taulé. El pater en la parroquia nos la coloca una vez al mes y a mi me parece emocionante. La Salve más, vale, pero esta, tiene tela. El pater es muy cantarín y eso se agradece, lo de rezar dos veces y tal. Yo sería muy de gospel, peor no por la fanfarria, que también, sino porque eleva hasta al que tiene una oreja enfrente de otra.



Y como estamos que echamos la casa por la ventana, pues otra más. Esta vez es una pasiçón personal y española. Aunque la canten unos británicos. Yo es que escribo el:nombre y ya tengo la piel de gallina: Tomás Luis de Victoria. Este es un trocito del O Magnum Misterium interpretado por The Sixteen, que son más buenos que un pan. Caja Madrid está haciendo una encomiable labor de patrocinio para la regrabación del legado de Tomas Luis de Victoria que no tiene desperdicio. Lo interpreta mucho y muy bien estos, The Sixteen, y por aquí un conjunto que tampoco tiene desperdicio, Al Ayre Español. Pues nada, que para todos los visitantes y presentes, un par de piezas con aromas cuasi vaticanos.