domingo, 28 de febrero de 2010

Antiaéreos

En el mundo real, los que me conocen saben de mi pasión por los aviones. En este, el de los botonicos, pues algo he ido diciendo también y hasta he pegado alguna que otra foto. No es por eso, claro, que son cosas distintas, pero del fantástico disco de Aviador Dro titulado Cromosomas salvajes, escojo una gran canción titulada Himno aéreo. Esa frialdad electrónica de andar por sasa, la granlocuencia del casiotone, la cutrez del mal interpretado pleibac, Serbando Carballar, qué tío más pesado, dándole al bajo, que si está más que demostrado que en el rocanrol, el bajo es del todo prescindible, en el tecnopop un bajista es tan inútil, no se, como una ministra de la vivienda, aunque, al menos, suelen salir más baratos.