Es una lata el trabajar, por las mañanas te tienes que levantar...
Si esto fuese un sitio sensato, en cada plaza de cada pueblo habría una estatua dedicada a Luis Aguilé, en lugar de un letrero de la engañifa del Plan E de la panda de mangantes. También bailríamos todos alrededor La Chatunga, le pondríamos corbatas naranjs, amarillas y fucsias y el premio al mejor bailarín sería un Tiocalambres de plata.
Esto, que podría sonar a los memos estos que recuperan a viejas glorias para burlarse de ellas es, justamente lo contrario: reivindicar a un gran cantante, enorme compositor y tipo simpático que nos ha alegrado tanta verbena y tanto bodorrio.
Viva Luis Aguile, y que reciba el justo premio a tantos buenos ratitos que nos ha hecho pasar en este valle de lágrimas.
sábado, 10 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)