Hace un tiempo, hará tres años o así, por los detallitos podría sacarlo, salía del trabajo a la pata coja, con un cierto dolor de rodilla que iba en ascenso, y me pasé por las tiendas de discos de cabecera. Hacía apenas unos días que el admirado David Gilmour había cumplido años y sacaba su tercer disco en solitario. Y allá que me fui, a cojetadas, a ver si lo tenían ya. Y lo tenían. On an island. Sin duda, ya decía, mejor que el anterior, pero en mi opinión peor que el primero. Después hubo gira que por aquí no pasó, deubedés, discos con deubedé extra, piratas y piratas y lo pasé como un enano escuchándolos. Gracias a ese disco, volvinmos a disfrutar de Echoes interpretado por la mitad de los Floyds.
Hoy me duele la rodilla, demasiada bici, demasiados bailoteos, mucho furbo, eceso de basquet, quién sabrá. El 14 Portishead edita su cuarto disco, titulado Three. Qué tíos. Son de la broma.En su oscura languidez. Unos vacilones. La rodilla aguanta, pero mañana quién sabe qué pasará.